miércoles, 7 de noviembre de 2018

Mi opinión de Toro

Colegiata la joya de nuestra historia.
Palacio las leyes, destruido pero lleno de autoridad.
Espolón, la imagen donde siempre volveré.
Monasterio de Monjas Claras, espacio de una paz hecha de mujeres buenas.
Monasterio de Monjas Carmen, virgen adorada por el recuerdo de nuestro tiempo.
Monasterio de Monjas Mercedarias, mercado de amor sin límite.
Monasterio de Monjas Sofías, pequeña puerta grandes pasos.
Monasterio Sancti Spíritus, dulces palabras de fe.
Amor de Dios, comuniones de monjas que dan la bienvenida a nuestros futuros toresanos.
Iglesia Santo Sepulcro, la piedad de un Santo Entierro de Miércoles Santo.
Iglesias de Santa Catalina, recuerdos de cenizas, unos pasos de ave fénix de pasión.
Iglesia de San Lorenzo, lugar de descanso de personas grandes que cruzan su limite.
Iglesia de Trinidad, recuerdos de la infancia hecha de fe.
Iglesia de Santo Tomas, la imagen de San Antonio llena de flores
Iglesia de San Julián, recuerdos de familia, belleza de caballeros mozárabes.
Alcázar, prisión o vivienda, lugar al que ir cuando te sientas indefenso.
Ermita del Cristo de las Batallas, repleta de amistades que duermen a su lado.
Ermita de la virgen del Canto, las mejores galas para recordarnos lo bonito de ser de Toro.
San Isidro, Santo que vivo con devoción entre pasteles y la compañía de la experiencia hecha hombre.
Puerto de la Magdalena, Bella imagen de la peligrosidad de la altura de miras.
Fuentes antiguas, con agua llena de sueños de nuestras abuelas.
Puente de piedra, recorriendo los pasos del Duero más peligroso y bello.
Barrancos, icónica visión de cuando vuelves y te sientes tan orgulloso de ser toresano.
Puente de Hierro, al paso de trenes llenos de despedidas.
Verraco, nuestro imagen de lo que fuimos, somos y seremos.
Mujeres valientes, que son Tinta de Toro que unas veces fueron Viudas Ricas y otras Labradoras.
Hombre honrados, labradores de octubre que con sus manos llenas de historias, solo beben junto a los suyos.
Niños que juegan con el móvil, mientras sus mayores jugaban a las castañinas.
Calles que pisaron reyes, marqueses y labradores que lucharon junto a Antona García.
Palacios que siguen vivos aunque estén hecho ruinas.
Cermeños somos, y aunque verdes sabemos muy bien que significa defender nuestra tierra.

martes, 6 de noviembre de 2018

¿Por qué silenciarlo?


Lloro con tu poesía,
sufro con la experiencia,
vivo lo que no me han dejado,
siento la libertad en tus palabras.

Soledad en mi habitación,
sexo en el pensamiento,
deseos que nunca sentí,
amor ideal que anhelo.

Volviendo a casa nuevamente solo,
sintiendo que mi vida no es vida,
pensando en esa mujer,
saliendo para volver a ella.

Redactar para desahogarme,
expresar lo que no puedo decir,
vocalizar con el teclado,
escuchar tu música para sentir.

Miradas que observo,
besos que pienso,
caricias que aprecio
bailes que ansío.

Recuerdos inexistentes,
sentimientos inexplicables,
paseos imaginarios,
amores invisibles.

Tiempo perdido,
espacio vacío,
luna oscura,
noche aburrida.

Despertar, ¿para qué?,
vivir, ¿por quién?,
soñar, ¿con quién?,
disfrutar, ¿por qué?.

Silencios en mi mente

Una vida siendo moroso,
debiendo abrazos a los espejos.
Frío que traspasa mi ventana,
llegando hasta el alma.
Voces de personas sin compasión,
sobreviviendo sin corazón.
Despertares sin fuerza,
mirándome con desprecio.
Luces de ciudad sin farolas,
lejos del centro de la plaza.
Ropa en la silla sin planchar,
nunca hay tiempo de alisar
arrugas de un alma rota.
Canciones idénticas sin pasión
letras que todos sienten, menos yo.
Huesos arrancados de seres llenos de amor.
Entrañas de flores llevadas para alguien que ojala sea yo.
Riestra de ajos que ahuyentan vampiros,
¿Podrían llevarse a mis fantasmas?.
Una reserva llena de sueños,
premoniciones de una vida sin lograr.
Guerrero sin armas ni escudos,
con heridas de muerte por estar sin compañía.
Citas de paso, con ayudas hechas de palabra,
NO QUIERO CONSEJOS,necesito besos y no en la mejilla.
Televisión de rumores y prebendas,
única compañía fiel aunque dañina.
Móvil de postureo con letras y fotos,
sin batería para llegar al final día.
Relojes gigantes que marcan horas
campanadas con repique de recuerdos.
Calles sin asfaltar llenas de baches,
metáfora de una vida sin hormigón ni cimientos.
Letras unidas por alguien,
palabras de amores que nunca serán para mi.
Calderos con un peso construido de pasado,
un futuro que deseo que no sea el mio.
Rematemos este trabajo,
porque antes de morir no quiero mi vida aquí.
Pensamientos violados por las voces,
discusiones por el vil metal
Rincones de mierda que no se,
si vienen de fuera o de dentro de mi alma.
Comidas deliciosas con poca sal,
discusiones sin sentido, sin salsa.
Noches de lágrimas encerradas,
almohadas acariciadas por mis dedos.
¿Mañana volveré a manipular mi mente?